El 11 de octubre PSOE y Podemos han sellado un pacto presupuestario anunciado con gran algarabía por los firmantes y recibido con terribles muecas y amenazas por la caverna PP-Ciudadanos.
Las líneas básicas del pacto responden a la naturaleza del actual gobierno PSOE, constituido para salvar a la monarquía de una de sus peores crisis políticas y decidido fundamentalmente a ganar tiempo y votos hasta las próximas elecciones, pero sin molestar nada importante de los intereses del capital, la Iglesia Católica o la Monarquía, ni modificar nada sustancial de la acción del aparato represivo. Con él, Podemos cierra definitivamente su ciclo juvenil y se quita del todo la piel de tigre para mostrarse como un dulce gatito que ronronea a su amo cuando le da un poco de leche.
¿Pero qué hay de real y efectivo en ese pacto?
Poco, muy poco. En primer lugar, y en general, es una simple carta a los reyes magos. La mayor parte de las medidas suponen modificaciones legislativas totalmente inciertas, ya que para su aprobación necesitarán el apoyo sin fisuras de los partidos de la burguesía y pequeña burguesía periférica (PNV, PdeCAT, ERC, Compromís), quienes, por cierto, ya han avisado que su apoyo total o parcial se venderá bien caro. Los negocios son los negocios.
Pero incluso como carta a lo reyes es insustancial y brumosa.
- Incluye la actualización de las pensiones según el IPC (cosa que ya arrancaron las movilizaciones de pensionistas a Rajoy), pero lo propone solo para el 2019 y mantiene los dos grandes pensionazos de Zapatero y de Rajoy.
- Aumenta el SMI a 900€, que desde luego no permiten pagar un alquiler y comer al mismo tiempo, pero respeta todas las reformas laborales, incluida la última, origen de la precarización generalizada de la clase obrera y el descenso continuado de los salarios reales.
- Aumenta de 3 a 5 años (como hasta 2013) el mínimo de los contratos de alquiler, pero se enfanga en la propuesta de creación de índices de referencia municipales, “como en París o Berlín” (ver la crítica el artículo sobre la vivienda en esta misma revista), cuya función consiste, resumidamente, en rogarle al “mercado” que los precios no suban mucho más ¡Cuando ya lo han hecho más del 78% de media en cinco años y son impagables!
- En vez de prohibir la intervención de las Socimi (fondos buitre) en el mercado de alquiler de vivienda o al menos hacerlas desistir de ello machacándolas a impuestos ...el acuerdo PSOE-Podemos habla de gravar al 15% los impuestos no repartidos (eludiendo decir que las Socimi están obligadas a repartir el 80% de los beneficios del alquiler y que esa parte está completamente exenta de impuestos).
- Si las subidas de impuestos a los grandes patrimonios y rentas, son todavía más brumosas, ya que según sus propios datos afectarán a muy pocos. Lo importante, toda la estructura fiscal basada en los impuestos indirectos que recaen masivamente sobre los trabajadores, queda respetada. Pero, podemos estar tranquilos, ante el escándalo de la tributación al 1% de las Sicav de los millonarios, el acuerdo promete que ¡la Agencia Tributaria las vigilará mucho!
- La Modificación del Código Penal y la Ley Mordaza del gobierno Rajoy, que hay llenado los juzgados y las cárceles de sindicalistas, activistas sociales, artistas o simples twiteros, además de cardarlos a multas, son aceptadas en su globalidad por los firmantes. El texto del pacto ya solo promete de mitigar sus artículos más impresentables, los que criminalizan los piquetes de huelga, la blasfemia o los insultos a la Corona.
¿Y qué no hay?
- El silencio del pacto se extiende ante la situación insostenible y empantanada con Cataluña. Defensa de la Monarquía obliga. La bota represiva sobre Cataluña no se levanta. Las absurdas acusaciones de los fiscales contra los miembros del gobierno, del parlamento o de la ANC no se sobreseen, ni siquiera se rebajan. A los presos no se les concede ni la libertad provisional. Se envían refuerzos de la Guardia Civil con la excusa de las manifestaciones de la Diada. El gobierno de Pedro Sánchez amenaza al Parlament catalán con la maza del Tribunal Constitucional a causa de dos simples declaraciones testimoniales sobre el derecho a la autodeterminación y contra la monarquía. La negativa a garantiza un referéndum con garantías democráticas y en paz es tan persistente como en el gobierno anterior.
- La depuración del Estado no se contempla. No hay ni una medida ni siquiera simbólica contra la corrupción, menos aún para acabar con los oscuros lazos del ejército, los cuerpos represivos y la judicatura con la extrema derecha. Y ello, en medio del escándalo Villarejo que ¡ay! Está poniendo en evidencia el uso espurio y la connivencia de las cloacas más negras del aparato represivo con los grandes intereses económicos y políticos.
El acuerdo es largo y contiene todo tipo de guiños dirigidos a numerosos colectivos populares, pero en general las promesas, muy en la línea de un pre-programa electoral que nadie se cree mucho, implican la creación de comisiones de negociación que crearán comisiones de estudio que estudiarán. Mucho ruido y pocas nueces, todo dedicado a desactivar la protesta social creciente, la entrada de nuevo de la clase obrera en la escena política que ha tenido como punto álgido las movilizaciones de las mujeres trabajadoras y los pensionistas y que está nutriéndose con el incremento del número de huelgas y su duración.
Pero, como explican los bomberos forestales de la Generalitat Valenciana, en huelga indefinida desde el 14 de septiembre, hace un mes, nuestras familias no comen palabras.