Desde hace 5 días, en todas las grandes ciudades del Estado Español, centenares de manifestaciones aglomeran durante horas a miles de jóvenes airados. Reclaman la libertad del rapero Hasél y la derogación de todas las leyes que penalizan la libre expresión contra las instituciones sagradas del orden burgués: la monarquía, los cuerpos represivos, el sistema judicial, el ejército, la religión, la propiedad privada.... Cada día, su rabia aumenta porque la única respuesta a su protesta son violentas cargas policiales, decenas de heridos y detenidos.
Los responsables directos de la represión son el gobierno del PSOE-Unidas Podemos y el gobierno independentista catalán. Gemelos a la hora de utilizar la violencia policial de la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra contra los manifestantes.
La hipocresía de todos no tiene límites. Después de un año, el gobierno Sánchez-Iglesias no ha derogado ni una sola de las leyes represivas - empezando por la ley Mordaza y la última reforma del Código Penal- ni las reformas laborales. Ni siquiera ha parado los desahucios. Menos todavía ha expulsado a los grandes buitres inmobiliarios que acaparan la vivienda de alquiler.
Ahora acusan a los jóvenes de violentos, de provocar el «caos». Los medios de comunicación se escandalizan, los ministros socialistas se aprestan a lanzar contra ellos todos los instrumentos jurídicos heredados de épocas anteriores. Y Unidas-Podemos muestra una gran agilidad para el doble lenguaje, tan usual en la vieja socialdemocracia y la escuela estalinista: aunque forman parte del gobierno, no se empachan al hacer declaraciones mostrando cierta «simpatía» por las reivindicaciones de los jóvenes... para cubrir con entusiasmo la pura y simple respuesta represiva. Leemos a Enrique Santiago, portavoz de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados (además de ser el secretario general del PCE), en Twitter:
«Hasel insultó también a Anguita. Pero una democracia no encarcela por ello.
La protesta pacífica pidiendo indulto y reforma del Código Penal es imprescindible.
La obligación de las FCSE es evitar que una pequeña manifestación acabe en un caos, que luego es usado por la derecha. — Enrique Santiago (@EnriqueSantiago) February 18, 2021»
[Traducimos: FCSE significa «Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado»]
Las cúpulas de los sindicatos obreros callan y apoyan al gobierno, que con una mano arroja migajas miserables a las clases trabajadoras y con la otra salva generosamente los negocios privados de las empresas del Ibex y respeta las patentes y los precios escandalosos de las multinacionales farmacéuticas, en medio de una durísima pandemia.
Lo que se está expresando a través de las actuales movilizaciones es una situación social insostenible, explosiva. Crisis económica y pandemia han exacerbado lo que ya antes era el pan de cada día de una parte muy importante de la población trabajadora: extrema precariedad laboral, salarios de miseria, paro, vivienda indecente. ¡Violencia extrema es permitir que haya dos millones de familias sobreviviendo gracias a los bancos de alimentos de iniciativa privada!
Una salida positiva a esta situación obviamente no provendrá de las direcciones de los partidos que dicen defender a los trabajadores ni de los dirigentes de los grandes sindicatos obreros, todos ellos podridos y colaborando con el mantenimiento del capitalismo en decadencia. Tiene que provenir de la lucha y organización de la clase trabajadora y los jóvenes. Todos juntos, golpeando como un solo puño: hay que organizar asambleas de centros de trabajo, barrios, centros de estudio. Que se coordinen para la lucha a través de representantes elegidos y revocables. Hay que organizar democráticamente la defensa de las manifestaciones contra las agresiones de la policía, los fascistas y los provocadores.
¡Por la derogación inmediata de la Ley Mordaza, la reforma del Código Penal y todas las leyes que criminalizan la protesta social!
¡Por la disolución de los tribunales especiales, empezando por la Audiencia Nacional!
¡Por la disolución y desarme de los cuerpos represivos: Policía Nacional, Guardia Civil, Mossos d'Esquadra y Ertzaintza. El orden social puede ser garantizado por la clase trabajadora y la población no explotadora mediante comités democráticos de barrios, de polígonos industriales, campus universitarios, etc.
¡Por la libertad de todas las personas presas por razones políticas y de protesta laboral o social!
¡Contra la monarquía, por una República de los trabajadores y trabajadoras!
21 de febrero de 2021
Internaciema Kolectivista Cirklo - IKC