La elección de Trump significa para el proletariado mundial una amenaza adicional que pone de manifiesto la podredumbre del imperialismo.

Sin un partido mundial de la revolución socialista, la clase obrera no puede dirigir a las masas explotadas y oprimidas. Por eso el proletariado sigue siendo víctima de las traiciones de los agentes de la burguesía.

Bangladesh sólo puede experimentar la democracia si la clase trabajadora se emancipa de todas las facciones de la burguesía y se unifica a pesar de las religiones y los grupos étnicos. Entonces podrá movilizar a campesinos, artesanos y pequeños comerciantes pobres, profesionales, estudiantes y minorías religiosas.

El Colectivo Revolución Permanente apoya el llamamiento a la liberación inmediata del camarada Bogdan Syrotiuk, detenido por las autoridades ucranianas por supuesto "apoyo a los intereses rusos" y que se enfrenta a una pena de hasta 15 años de prisión.

Los comunistas internacionalistas enfrentan la tarea de llevar a las masas hacia la conciencia de clase socialista, es decir, hacia el reconocimiento de la necesidad de derrocar la sociedad capitalista.

Tanto el “frente único antiimperialista” como el “frente popular antifascista”, sirven de coartada para la traición de la socialdemocracia y el estalinismo.

El 3 de junio, el sistema de justicia federal del gobierno antiobrero de Milei envió policías a la sede nacional del Partido Obrero (PO) en Buenos Aires. Esta intimidación se produce tras varios registros brutales a dirigentes de organizaciones vecinales y de desempleados, y procesos judiciales contra Eduardo Belliboni, dirigente del PO.

Las burguesías imperialistas europeas son incapaces de unificar Europa. Solo la clase obrera podrá conseguirlo. Los comunistas internacionalistas no mienten al proletariado al afirmar que sería posible llevar a cabo una política europea de acuerdo con los intereses de la clase obrera si se apoderaran de la mayoría en el Parlamento Europeo. Hay que acabar con la UE capitalista, y sobre todo con los estados burgueses nacionales, que poseen un aparato represivo contra el proletariado.

Durante casi dos siglos, el Estado de la burguesía francesa se ha apoderado de un territorio lejano, esclavizando por la violencia a un pueblo que no le había pedido nada. Recientemente, su Consejo de Estado afirmó que los colonos deben tener los mismos derechos que los indígenas para decidir sobre el futuro de Kanaky (26 de diciembre de 2023). Hoy, su gobierno está reprimiendo a gran escala el levantamiento provocado por la colonización y su actual campeón, Macron.

Los comunistas internacionalistas siguen apoyando, como base mínima para la solidaridad con el pueblo palestino, el llamamiento del 17 de octubre de los sindicatos palestinos a un alto el fuego inmediato y al boicot a todos los suministros de armas y combustible, incluidas las instalaciones tecnológicas y de inteligencia, al estado sionista.