El 15 de enero, bajo el patrocinio de Qatar, Egipto y Estados Unidos, se concluyó un alto el fuego entre el gobierno israelí y Hamás. Está previsto en 3 fases:
Desde el 19 de enero, Hamás liberará a 33 cautivos e Israel a varios centenares. El ejército israelí mantendrá el control de una zona de 700 a 1.000 m dentro de las fronteras del enclave. Autorizarà 600 camiones humanitarios al día (en lugar de los 70 de diciembre).
Si tiene éxito, 42 días después, el ejército israelí evacuará completamente el territorio. Hamás liberará a los últimos rehenes.
La tercera fase autorizaría la reconstrucción de Gaza.
El acuerdo ni siquiera menciona un Estado palestino remanente, como la ONU en 1948 o los Acuerdos de Oslo de 1994. De hecho, si la resistencia armada nunca ha cesado en Gaza, Netanyahu ha conseguido puntos importantes durante quince meses.
Ha acelerado la colonización de Cisjordania. Ha prohibido la entrada de la prensa internacional en el interior de la Franja de Gaza, a la que ha destruido metódicamente, incluidos los hospitales. Ha obstaculizado las intervenciones humanitarias y, en particular, las de la agencia de la ONU, que alimenta, cuida y educa a los refugiados palestinos (UNWRA). Desde el 7 de octubre de 2023, el ejército sionista ha matado a 266 empleados de la UNRWA.
Israel mata de hambre y aterroriza a la población de Gaza: 1,9 millones de personas desplazadas (90% de la población), al menos 10.000 prisioneros torturados masivamente, al menos 45.936 muertos y 109.274 heridos.
Desde el 7 de octubre de 2023, Israel ha atacado repetidamente a diplomáticos y oficiales militares iraníes en Siria. En enero, Israel destruyó lo que quedaba del ejército sirio (300 bombardeos) e invadió el territorio de Siria más allá del Golán ya ocupado.
Además, Israel ha diezmado a Hezbolá, bombardeado el Líbano y todavía ocupa parte de su territorio. A pesar del acuerdo de alto el fuego concertado en el Líbano en noviembre bajo los auspicios de Francia y Estados Unidos, Israel volvió a bombardear el sur del Líbano el 3 de enero.
Los ministros fascistas israelíes y los parlamentarios del Likud claman traición, mientras Hamás afirma haber obtenido una victoria. Netanyahu declaró que tenía dos objetivos: liberar a los cautivos israelíes y erradicar a Hamás. En realidad, no le importan en absoluto los rehenes. En cuanto a la liquidación de Hamás, los abusos israelíes probablemente hayan unido a una parte de la población palestina con la resistencia armada, a pesar de su dirección burguesa, clerical y reaccionaria.
El alto el fuego, si Israel lo respeta, aliviará a la población de Gaza. Pero no hay nada resuelto. La burguesía israelí, independientemente del gobierno que la represente, no puede cambiar su carácter colonial, expansionista, racista y belicista. Desde la firma del alto el fuego, el ejército israelí ha redoblado su ofensiva en Cisjordania (Operación Muro de Hierro). Israel seguirá siendo la punta de lanza en la región de las potencias imperialistas (Estados Unidos, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, etc.) que lo financian, informan y arman independientemente del gobierno que los encabeza.
4 millones de palestinos siguen exiliados en otros países o víctimas del apartheid en Israel, o confinados en bantustanes (Gaza, Cisjordania) a merced del ejército sionista. Fatah está desacreditado por su capitulación en Oslo, su corrupción y su colaboración con Estados Unidos e Israel. Las organizaciones de la OLP que con razón se habían disociado de Fatah (FPLP, FDLP) están hoy en la órbita de los islamistas. Pero Hamas y Jihad no pueden cambiar su naturaleza burguesa y clerical que les impide dirigirse a la clase trabajadora.
El gobierno de Hamás en Gaza está ahora geográficamente aislado de Irán y dependerá más que nunca de la financiación de Turquía o de las monarquías de Oriente Medio que traicionan a los palestinos, como lo han hecho Egipto, Jordania y Siria en el siglo XX . La burguesía turca ha canalizado petróleo y gas hacia Israel durante el genocidio, es enemiga de los kurdos y sigue siendo miembro de la OTAN. Los regímenes del Golfo son feroces explotadores de los trabajadores inmigrantes (incluidos los palestinos), son aliados de Estados Unidos, han prohibido las manifestaciones de apoyo a los habitantes de Gaza, reanudarán las negociaciones con Israel que estaban muy avanzadas en 2023.
Para poner fin a la opresión de los palestinos, debemos poner fin al Estado sionista, debemos dirigirnos a los trabajadores de los países imperialistas. Debemos movilizar a trabajadores de toda la región (árabes, turcos, persas, kurdos, judíos, etc.). Sólo los partidos revolucionarios, una internacional proletaria, pueden cumplir esta tarea histórica.
¡Retirada inmediata del ejército israelí de Gaza, Cisjordania, Líbano y Siria!
¡Liberación de los 10.000 rehenes palestinos cautivos por Israel!
¡Derecho de retorno de los refugiados!
¡Por una Palestina unida, democrática, laica y multilingüe!
¡Fuera la Armada estadounidense del Mediterráneo! ¡Federación Socialista de Medio Oriente!
22 de enero de 2025