Ciertamente, el destino de Europa no se decidirá en las urnas, pero si las organizaciones comunistas tuvieran los medios, al presentar candidatos en
las elecciones legislativas de su estado, harían campaña en base al mismo programa a escala de toda la UE: denunciar la incapacidad de la burguesía
para unificar Europa, luchar contra la opresión nacional en su interior y cancelar la deuda de Grecia, abrir sus fronteras a los refugiados,
abandonar la OTAN y desmantelar los cuerpos de represión, derribar tanto a la UE capitalista como a los estados burgueses nacionales,
defender la perspectiva del poder de los trabajadores y de los Estados Unidos socialistas de Europa.